Acorralado por mis propios sentimientos, producto de una información que ya sabía, pero no sabía porque, ni cuándo, ni cómo, solo tenía la certeza de que estaba ahí y de cómo se sentía. Dolía.
Aun así, utilizar mis reservas de determinación no fue difícil, mientras recibía la información, supe que no debía externar un reacción inmediata, sabía que como humano que soy mis decisiones en ese momento estarían muy influenciadas por el suceso a causa de los sentimientos que emergieron repentinamente en ese momento, tal y como se ven de frente dos vías de un tren que se interceptan, se supone que esos trenes nunca pasarían al mismo tiempo, pero en este momento si lo hicieron, y era mi responsabilidad decidir las consecuencias de esto.
En fin, decidí, mientras analizaba mis dudas, externar lo mas general e incambiable, todo lo que no sería afectado por esa situación, para que este bien claro que aunque ya chocaron, hay sentimientos que no estaban a bordo, los cuales no serán afectados.